Tipos de cristal para puertas y ventanas

Los tipos de cristal más frecuentemente empleados en puertas y ventanas son los siguientes: cristal de flotado, cristal de seguridad, cristal reforzado y cristal de control solar.

  • El cristal de flotado es el que tenemos habitualmente en las ventanas de nuestra casa. Su grosor puede oscilar entre 3 y 6 mm. Casi todo el vidrio plano que se fabrica hoy día es mediante el proceso de flotado, aunque en muchos casos, después se le añaden otros procedimientos para acentuar algunas características, como el color, la resistencia o la dureza.
  • Los cristales de seguridad son los que no se pueden romper o si se rompen, lo hacen de manera segura, sin elementos cortantes. Se colocan en superficies de grandes dimensiones o en lugares con riesgo de fracturas. Un caso de cristal muy seguro es el laminado de los parabrisas de los coches.
  • El cristal reforzado lleva un tratamiento que lo hace muy resistente. Normalmente se situa en puertas y lugares con gran frecuencia de uso. Por ejemplo, generalmente las puertas de comercios y grandes almacenes deberán llevar cristales con algún tipo de refuerzo.
  • En algunas circunstancias, nos vemos obligados a pasar mucho tiempo delante de una ventana, o bien las temperaturas en el exterior de la vivienda son muy altas. Los cristales con control solar pueden frenar en alguna medida el paso del calor y también protegernos de la luz intensa. Además esa protección puede supener un ahorro económico importante, porque el uso del aire acondicionado se verá reducido significativamente.
    Este tipo de cristal es muy utilizado  en oficinas y evita también posibles deslumbramientos de las personas que ocupan los edificios. Por otro lado, la reducción de la luz solar puede suponer un aumento del uso de la iluminación artificial.